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La fiebre es una de las consultas más frecuentes en pediatría y también preocupa a los adultos. Aunque puede generar inquietud, la fiebre es una respuesta natural del cuerpo frente a infecciones. Su manejo adecuado no siempre implica bajar la temperatura, sino garantizar el bienestar de la persona. Los antitérmicos más empleados son el ibuprofeno, el paracetamol y, en algunos casos, el metamizol (comercialmente conocido como Metalgial). A continuación, te explico cómo se utilizan de forma segura tanto en niños como en adultos.
Ibuprofeno en Niños y Adultos
El ibuprofeno es un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) que ayuda a reducir la fiebre y a aliviar el dolor.
Niños: La dosis se calcula según el peso del niño (habitualmente 10 mg/kg cada 6-8
horas) y siempre es recomendable darlo con algún alimento para evitar molestias estomacales. Existen presentaciones de jarabe de 20 mg/ml y 40 mg/ml. El jarabe de 20 mg/ml es más comúnmente utilizado para niños menores, mientras que el de 40 mg/ml es útil para niños mayores, ya que permite administrar una dosis adecuada con menor volumen de jarabe.
Adultos: Para dolores leves o fiebre, 400 mg suele ser suficiente y más seguro que 600 mg. Las dosis más altas deben usarse solo bajo indicación médica, ya que aumentan el riesgo de efectos secundarios.
Ibuprofeno: 400 mg vs. 600 mg
La elección entre diferentes dosis de ibuprofeno y paracetamol en adultos debe basarse en la intensidad del dolor o la fiebre, las condiciones de salud del paciente y las recomendaciones médicas actuales.
Eficacia y seguridad: Para dolores leves a moderados y estados febriles, una dosis de 400 mg de ibuprofeno es generalmente tan eficaz como la de 600 mg, pero con un menor riesgo de efectos secundarios. Por ello, se recomienda utilizar la dosis mínima efectiva durante el menor tiempo posible.
Prescripción: En España, el ibuprofeno de 600 mg requiere receta médica, mientras que el de 400 mg está disponible sin ella. Esto subraya la necesidad de supervisión médica al utilizar dosis más altas.
Paracetamol: 500 mg vs. 1 g
Eficacia y seguridad: El paracetamol de 500 mg es adecuado para tratar dolores leves y fiebres moderadas. Para dolores más intensos, puede ser necesario el de 1 g. Sin embargo, es fundamental no exceder la dosis máxima diaria recomendada para evitar riesgos de toxicidad hepática.
Dosificación: La dosis habitual en adultos es de 500 mg a 1 g cada 6-8 horas, sin superar los 3-4 g en 24 horas, dependiendo de las indicaciones específicas y la formulación del medicamento.
Recomendaciones generales
Uso responsable: Es esencial utilizar la dosis mínima efectiva de estos medicamentos y durante el menor tiempo posible para reducir el riesgo de efectos adversos.
Consulta médica: Antes de aumentar la dosis o prolongar el tratamiento, se debe consultar a un profesional sanitario, especialmente en presencia de condiciones médicas preexistentes.
Automedicación: Evitar la automedicación con dosis altas sin supervisión médica, ya que puede conllevar riesgos significativos para la salud.

Paracetamol en Niños y Adultos
El paracetamol es uno de los antitérmicos más seguros.
Niños: La dosis recomendada es de 10-15 mg/kg cada 4-6 horas, sin superar las 4 dosis diarias.
Adultos: Para fiebre o dolor leve, se recomienda comenzar con 500 mg. El paracetamol de 1 g se reserva para dolores más intensos, siempre respetando la dosis máxima diaria para evitar daños hepáticos.
Metamizol (Metalgial) en Niños y Adultos
El metamizol es un potente antitérmico y analgésico que se usa en casos de fiebre alta o dolor intenso.
Niños: Solo debe administrarse bajo indicación médica debido al riesgo de agranulocitosis (disminución de defensas).
Adultos: Su uso debe ser puntual y con prescripción médica.
Alternar antitérmicos:
La práctica de alternar ibuprofeno y paracetamol para controlar la fiebre en niños no está respaldada por evidencia sólida que demuestre su eficacia superior. Además, puede aumentar el riesgo de errores en la dosificación y potenciales efectos adversos. Por ello, las guías actuales no recomiendan esta práctica.
Uso preventivo de antitérmicos tras la vacunación:
El uso profiláctico de antitérmicos para prevenir fiebre o malestar después de la vacunación no es aconsejable, ya que puede disminuir la respuesta inmunitaria a algunas vacunas. Es preferible administrar antitérmicos únicamente si el niño presenta síntomas postvacunales significativos.
Recomendaciones Clave para el Uso de Antitérmicos
No alternar medicamentos sin indicación médica: Mezclar ibuprofeno y paracetamol sin supervisión puede aumentar el riesgo de errores de dosificación.
Priorizar el bienestar sobre la temperatura: La fiebre es una defensa natural. Si la persona está activa y bien hidratada, no siempre es necesario bajar la fiebre.
Mantener una buena hidratación: Ofrecer agua, caldos o jugos naturales con frecuencia.
Ropa ligera y ambiente cómodo: Evitar abrigar en exceso y mantener un ambiente fresco.
Consultar siempre al médico: Si la fiebre persiste más de 48 horas o hay dudas, consulta a un profesional.
10 Remedios Caseros Ineficaces para la Fiebre
Baños con agua fría: Pueden provocar escalofríos y malestar.
Aplicar alcohol en la piel: Puede ser tóxico.
Envolver en mantas o plástico: Impide la regulación de la temperatura.
Infusiones calientes en exceso: Pueden causar deshidratación.
Uso de cebolla o ajo en los pies: No hay evidencia de eficacia.
Frotar el cuerpo con vinagre: Puede irritar la piel.
Paños de hielo directamente sobre la piel: Pueden causar daño térmico.
Altas dosis de vitamina C: No reduce la fiebre de forma inmediata.
Uso de aceites esenciales sin supervisión: Riesgo de alergias.
Restringir alimentos drásticamente: El cuerpo necesita energía para recuperarse.
Reflexión Final
La fiebre, tanto en niños como en adultos, debe manejarse con información adecuada y responsabilidad. Usar antitérmicos de forma correcta ayuda a aliviar el malestar sin riesgos. Observa siempre el bienestar general y consulta a un profesional si tienes dudas. La salud de tu familia es lo primero.
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