Percentiles: Cuando el crecimiento es mucho más que un número
- JOSE ANGEL BILBAO SUSTACHA
- 12 abr 2021
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 3 dic 2024

Hola a todos, soy un fiel seguidor de Edward de Bono, de sus sombreros para pensar, y de la filosofía líquida, porque el mundo (y la pediatría) está en constante movimiento. Hoy quiero hablar de un tema que siempre genera dudas en consulta: los percentiles. Sí, esas curvas mágicas que parecen sacadas de un curso de matemáticas y que nos dicen si tu peque está creciendo “bien”. Pero... ¿qué significa realmente “bien”?
¿Qué son los percentiles y por qué nos obsesionan tanto?
Los percentiles son una herramienta que nos ayuda a comparar cómo crece un niño con otros de su misma edad y sexo. Un percentil 50 es el promedio; si tu hijo está en el percentil 10, significa que el 90% de los niños pesan o miden más que él. ¿Significa esto que está mal? ¡No! Aquí viene lo interesante: cada niño tiene su propia curva de crecimiento, y lo importante no es el número, sino cómo esa curva evoluciona en el tiempo.

Los sombreros de Bono en los percentiles
Sombrero blanco (datos): Los percentiles son una forma de comparar el crecimiento y el desarrollo de un niño con el de otros de su misma edad y sexo. Un percentil 50 significa que el niño está en el promedio, mientras que un percentil 10 indica que el 90% de los niños de su edad pesan o miden más. Sin embargo, los percentiles son herramientas descriptivas, no determinantes., pero sin contexto son como un chiste sin remate.
Sombrero rojo (emociones): Para muchas familias, los percentiles son un motivo de orgullo o preocupación. Un padre podría alarmarse al escuchar que su hijo está en el percentil 3, (“¡¿Por qué no está en el 50?!”) y, a veces, en los pediatras en formación, aunque el niño esté completamente sano. El reto emocional del pediatra es desdramatizar estas cifras y enfocarse en la historia del niño, no en el número aislado.
Sombrero negro (precaución): Interpretar los percentiles sin contexto puede llevar a decisiones equivocadas. Un niño siempre en el percentil 3 pero con una curva de crecimiento constante puede ser perfectamente sano, mientras que un descenso brusco en un niño del percentil 75 puede indicar problemas subyacentes. El gráfico es una brújula, pero no el mapa completo.. Es como juzgar una película por el tráiler.
Sombrero amarillo (positividad): Los percentiles son geniales para detectar problemas a tiempo y tranquilizar a familias cuando todo va bien.
Sombrero verde (creatividad): ¿Qué tal si usamos los percentiles como un punto de partida para conversaciones más amplias? Por ejemplo:
Hablar sobre hábitos alimenticios, actividad física y bienestar emocional.
Introducir temas como la variabilidad genética y la importancia de celebrar las diferencias individuales.
Sombrero azul (organización): El pediatra debe guiar a las familias para entender los percentiles como un proceso dinámico, no como una evaluación estática. Esto implica:
Explicar cómo se interpretan las curvas.
Colocar los datos en el contexto del desarrollo del niño.
Reforzar la importancia de observar tendencias más que puntos aislados.
¿Y los riesgos?
Aquí va una confesión: el uso de percentiles también implica desafíos para los profesionales de la salud en formación, como médicos residentes y enfermeras pediátricas (sin acritud). Aunque los gráficos parecen herramientas simples, la interpretación incorrecta puede generar errores significativos en la práctica clínica y en la relación con las familias.
Obsesión con los números aislados:Los profesionales en formación pueden caer en la tentación de interpretar un percentil bajo o alto como algo inherentemente anómalo, sin considerar el contexto. Por ejemplo:
Un bebé en el percentil 3 que ha mantenido un crecimiento constante puede ser saludable, pero puede malinterpretarse como "bajo peso".
Un niño en el percentil 95 podría etiquetarse como obeso sin evaluar otros factores como la proporción músculo-grasa o el historial familiar.
Omisión de la tendencia del crecimiento:La falta de experiencia puede llevar a centrarse en un único punto de la gráfica, ignorando que lo más importante es la tendencia.
Un descenso en dos líneas percentilares (por ejemplo, del 50 al 10) es más preocupante que estar en el percentil 10 de forma constante.
Comunicación inadecuada con las familias:
Usar un lenguaje técnico sin explicar el significado real de los percentiles puede alarmar innecesariamente a los padres.
Transmitir juicios subjetivos (como "está muy bajo" o "debería estar más alto") sin evidencia puede generar estrés o confusión en la familia.
Falta de integración de otros datos clínicos:
Una interpretación mecánica de los percentiles podría ignorar señales clínicas importantes como retrasos en el desarrollo, problemas alimenticios o enfermedades crónicas.
Por eso es clave que médicos y enfermeras aprendan a interpretar los percentiles con ojo clínico, no con una regla rígida, y que sepan comunicar con empatía: “Tu peque está creciendo a su ritmo y eso está bien”. ¡Nada de alarmas innecesarias ni titulares dramáticos!
¿Qué deberían saber las familias?
Tu hijo no compite en los Juegos Olímpicos de los percentiles. Lo importante es la tendencia, no el número exacto.
Los gráficos son una guía, no un veredicto. Como decía mi abuela, “cada niño es un mundo”, y los pediatras estamos aquí para acompañar ese mundo.
Confía en el proceso. Si hay algo que no encaja, trabajaremos juntos para encontrar soluciones.
Un cierre líquido (y optimista)
Los percentiles son útiles, sí, pero son solo una pequeña pieza del rompecabezas del crecimiento infantil. Como pediatra, creo que es más importante ver a los niños como individuos únicos, con sus propios ritmos, historias y desafíos. Así que, la próxima vez que te hablen de percentiles, recuerda: tu hijo no es un número, es una maravillosa obra en proceso.
Y si alguna vez sientes que necesitas un sombrero para pensar en esto, ponte el amarillo: tu peque está creciendo a su manera, y eso siempre es motivo de celebración. 🎉
¿Qué te parecen los percentiles? ¿Alguna duda o anécdota divertida con estas curvas? ¡Cuéntamelo en los comentarios! 😊
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